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lunes, 26 de mayo de 2014

REFLEXIÓN GRUPAL.

REFLEXIÓN GRUPAL  SOBRE LA LOMCE.                                                                                16.04.2014

Según lo que hemos entendido de la LOMCE, parece ser que se ha creado una  nueva ley de Educación que no ha sido votada de manera democrática, una ley con la que no se ha dialogado con los más interesados, es decir los profesores, las instituciones educativas, los alumnos, los padres y las comunidades autónomas. Eso sí, nuestros políticos han negociado con la conferencia episcopal, un punto a favor de la iglesia y del retorno de la asignatura de religión en las aulas y de la legalización de la educación separada por sexo. Esta ley es una ley segregadoras que hace de la educación un negocio. En efecto, el Estado considera la educación como algo mercantil, es decir que según él, la educación solo sirve para preparar a futuros trabajadores.
La LOMCE recorta de manera descarada la creatividad del alumnado, eliminando asignaturas tales como tecnología, música y artes plásticas de las asignaturas troncales obligatorias. Seremos el único país de la OCDE sin música como asignatura obligatoria, sabiendo muy bien, y numerosos estudios lo demuestran, que la música estimula el desarrollo de la inteligencia. Un aspecto positivo podría ser que se le ha añadido más horas lectivas a las asignaturas de lengua y matemáticas.
El Estado está aprovechando las crisis económicas como excusa para recortar la sanidad pública, la protección social y se quiere desmantelar la educación pública. Además, la posición  de las instituciones educativas pública baja un escalón a favor de los centros privados y concertados, y la LOMCE actúa como ley privatizadora del sistema educativo.
La LOMCE, al contrario del significado de sus siglas, tiene poco que ver con mejoras educativas. Se pretende  poner a los profesores como culpables  de los fracasos escolares y del abandono escolar y favorecer la competitividad entre alumnos, docentes y centros educativos. Nuestro país es uno de los que tiene la más baja inversión  en educación, sin hablar de la pésima gestión de fondos públicos.
Detrás de esta ley se esconde  la ideología de los que nos gobiernan. Un ejemplo de ellos es el pleno poder que otorgan ahora a la figura del director de un centro público. A partir de ahora, éste podrá elegir a quien quiera para un puesto de trabajo en su centro, sin tener en cuenta los méritos o valías del candidato, es decir que tal y como está la situación económica actual, el director podrá meter a quien quiera, si es posible un familiar en el paro o un docente favorable a la doctrina e ideología actual.


Las leyes de Educación se suceden y hay que esperar que la siguiente corrija los errores cometidos aquí en esta ley, y que a través de un consenso público, cuyos actores sean los docentes y todo lo relacionado con la educación, se llegue a concebir una Ley de Educación que se adapte no solo a la sociedad sino al individuo, es decir  a mejorar y ampliar los conocimientos de cada ciudadano para el bien de todos.